Capítulo 28: El club de las 5 de la mañana.

M.
Mar 1, 2021
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Este libro lo compró mi mamá hace algunos meses. A ella no le gusta mucho la lectura.. Realmente, no es nada lectora. Se leyó 50 páginas -máximo- y lo dejo en un estante en la biblioteca de la casa, estante que, en no más de par meses, su hija iba a encontrar.

He escuchado más de cien veces hablar de este libro. No es muy difícil encontrarlo en una lista de “los más vendidos” en el género de autoayuda. No obstante, nunca me llamó la atención. Por más de que Robin Sharma me parezca un autor muy especial en este tipo de temas, “el club de las 5 de la mañana” nunca logró captar mi atención por más de dos minutos.

Increíblemente, con el paso del tiempo, este libro tan ajeno a mi, a mi visión de la vida y del mundo, me fue llamando un poco más la atención. Controlar mis mañanas para impulsar mi vida, de la nada, se había vuelto una idea interesante. Idea, sin duda alguna, digna de revisión.

Lo encontré en un estante. Abrí sus primeras páginas como si estuviera entrando a un nuevo estilo de vida, y me sumergí en una lectura extensa y reveladora. “El club de las 5 de la mañana” trata de mejorar la vida, partiendo de mejorar las mañanas. Cosas que parecían tan sencillas, de la nada, empezaron a complicarse. Los aprendizajes de este libro no se acababan cuando llegara al final de la última página.

Todo empieza cuando diferentes personas de múltiples contextos empresariales y sociales acuden a un seminario espiritual. No todos creían, pero todos si iban con la intención oculta de creer, de entregarse.

En el transcurso del seminario, dos asistentes conocen a un integrante que sale de todo lo común. Personaje lleno de felicidad, amor y sabios consejos. Un personaje, que para el siglo XXI y de una realidad tan alejada a la espiritualidad, llamó la atención y la curiosidad de muchos. Su energía vibraba con luz propia. El público de su alrededor sabía cuál era su factor diferenciador, mucho antes de mostrarse realmente.

El seminario unió sus vidas. Las creencias de los unos con las de los otros, ya no estaban alejadas. Los tres formaban un nuevo tipo de vínculo. Uno curioso, extraño, poco antes visto: lleno de curiosidad el uno por el otro.

A raíz de esto, el personaje poco común los invita a un viaje. Un viaje para cambiar, de fondo, su manera de ver y de vivir la vida. ¿El mejor consejo que les da? Ser parte del club de las 5 de la mañana: iniciar el día cuando el silencio de las calles abruma; iniciar el día cuando sea claro que el único que está viviendo tu vida, eres tú.

Todo su desarrollo se ve acompañado por frases célebres, estudios que acompañan lo expuesto y mensajes inspiracionales que invitan al crecimiento personal y espiritual. No obstante, siempre encuentro cierto conflicto con este tipo de lecturas. Solamente se me hacen realmente relevantes y “life changers” cuando todo lo aprendido se aplica después de más de 66 días (días que, según este libro, uno se demora en inculcar realmente el hábito).

Adicionalmente, por más de su enriquecedor contenido y tácticas que realmente valen la pena revisar para apropiarse de ellas, llega un punto en su lectura en la que se vuelve aburridora. Cada capítulo se extiende un poco más de lo que considero, se debería extender.

No estoy diciendo que la información que brinda no sea relevante. De hecho, me parece todo lo contrario. Sin embargo, considero que lo hubiera disfrutado mucho más si hubiese sido mucho más “light” sabiendo que se toca, más alla que cualquier cosa, directamente un tema: el por qué y el cómo de levantarse todos los días a las 5 de la mañana.

Por ende, teniendo en cuenta que su contenido SÍ es crucial para implementar el hábito, que tiene datos y tablas para facilitarlo en el día a día, lo recomiendo leer poco a poco. Esto, para no cansarse y abrumarse con todo lo que contiene.

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